Ecuación de Micawber:
Ingreso 20 libras; gastos 19
libras, 19 chelines y seis peniques = felicidad.
Ingreso 20 libras; gastos 20
libras y seis peniques = miseria.
(David Copperfield,
Charles Dickens)
Un presupuesto
personal es el ejercicio que hacemos
para poder tener una imagen clara de cómo y en qué gastamos el dinero,
de manera que podamos definir nuestros propios objetivos y caminar hacia la consecución de los mismos.
En esta entrada vamos a intentar explicar las múltiples
razones por las que merece la pena hacer un presupuesto, ya en una entrada
posterior detallaremos como hacer un presupuesto.
Se puede vivir sin presupuesto, si por supuesto, de la misma
manera que se puede viajar sin un mapa, pero al igual que el mapa, el
presupuesto nos indicará el destino al que nos dirigimos y nos ayudará a conseguirlo mostrándonos poco a poco el camino.
En nuestro presupuesto personal vamos a incluir la lista de
todos los gastos que tenemos, separados por categorías, lo que nos va a dar el
total de los gastos realizados.
No debemos ver el presupuesto como algo que nos restringe el
gasto, sino más bien como una herramienta que nos va a ayudar a maximizar nuestro dinero ,
utilizándolo en aquello que conscientemente hemos elegido.
Para poder entender algo mejor esto vamos a detallar las
ventajas que nos ofrece un presupuesto:
Ø
Nos va a servir de mapa. Cuándo creamos un
presupuesto vamos a poder tener una imagen visual de todos nuestros gastos. Y nos
indicará como si de un mapa se tratara la dirección que seguimos. Cuándo nos desviamos lo único que tenemos que hacer es cambiar el plan. Es decir, el
presupuesto no es un documento fijo, sino que se tiene que ir adaptando a nuestra vida y a nuestras condiciones personales mes a mes.
Ø Nos muestra los gastos superfluos. Como hemos
dicho antes cuándo hacemos un presupuesto detallado con las categorías que
nosotros decidimos, podemos ver en que categorías hemos gastado nuestro
dinero. Podemos de esta forma darnos cuenta
que estamos gastando dinero en cosas que realmente nos resultan
superfluos o innecesarias, y por tanto nos revelan que tenemos que realizar un
cambio en nuestra vida. Evidencian la realidad y nos permiten tomar nota y
cambiar.
Ø Nos ayuda a controlar el gasto. Puede que cuando empezamos a seguir un presupuesto, gastemos más que lo hemos presupuestado,
eso nos permitirá pensar y decidir de que partes podemos reducir para conseguir
gastar menos Así poco a poco vamos a ir modificando el presupuesto
consiguiendo una reducción de gastos con pequeños cambios de hábitos.
Ø
Creamos nuevos hábitos. Estos esfuerzos que
realizamos para ajustarnos al presupuesto, hará que vayamos cambiando poco a
poco los hábitos de gasto que se irán manteniendo a lo largo del tiempo.
Aprenderemos por ejemplo a evitar gastos innecesarios y dedicar el dinero en
cosas para la casa quizás más necesarias. Podremos tener más dinero lo que nos va
a permitir ir reduciendo nuestra deuda o ahorrar para algún objetivo a largo
plazo.
Ø Nos reduce el estrés. Si seguimos un presupuesto
durante un año o más, vamos a tener una idea clara de nuestra situación
financiera y vamos a poder saber con mayor seguridad si podemos irnos de vacaciones
o si nos podemos permitir una compra grande. Además como los gastos anuales los
presupuestamos cada mes, cuándo nos llegan las facturas tenemos los fondos
suficientes para pagarlas, evitando de esta forma las preocupaciones.
Ø
Alineamos las prioridades de la familia. Cuándo definimos un presupuesto en familia discutimos las distintas prioridades de cada uno . Pero
conversando vamos a poder unificar las diferencias y vamos a evitar o
reducir en gran medida las discusiones de dinero. Al identificar las discrepancias antes de que ocurran ,
mejorará mucho la situación.
Ø
Coordinamos los esfuerzos de la familia. Al definir
cantidades específicas a cada una de las categorías todos los miembros de la familia tenemos información. Por ejemplo si hemos decidido tener un
objetivo que sea unas vacaciones familiares al año, tenemos que quitar parte de
otras categorías para poder ahorrar para el viaje.
Ø
Transforma el dinero en una herramienta. Al
presupuestar todo el dinero que gastamos,
conseguimos cambiar nuestra actitud hacia el dinero. En vez de comprar
impulsivamente, vamos a considerar el dinero como
una herramienta para conseguir nuestros objetivos y necesidades. Los niños
que han crecido con un presupuesto aprenden el valor del dinero porque se
involucran en las decisiones necesarias para establecer los objetivos.
Ø
Crea margen y nos permite ahorrar. Cuándo seguimos un presupuesto, conseguimos ir reduciendo gastos y a igualdad de ingresos,
conseguimos que la diferencia sea cada vez mayor. Esto nos permitirá ahorrar de
una manera fácil y casi automática lo que nos permitirá definir objetivos a
corto y largo plazo. Empezaremos a ahorrar para los gastos anuales y continuaremos con objetivos financieros a más largo plazo. Algo que te parecía impensable
antes de tener un presupuesto, lo tenemos ahora al alcance de la mano.
Por tanto el presupuesto nos permite acelerar tus objetivos financieros.
Al principio hacer el presupuesto te
requerirá algo de tiempo, al menos durante los primeros meses. Tienes que
aprender a mantenerlo, revisarlo cada mes y adherirte al plan establecido para
mejorar tu situación financiera de acuerdo con tus objetivos. Pero pronto será pan comido y lo harás con el piloto automático puesto.
No olvides recompensarte a ti y a tu familia
pero recuerda que no todas las recompensas tienen por qué ser monetarias.