21 jun 2011

Concepto básico 1: El factor "latte"


Al empezar a leer libros sobre finanzas personales, productividad y eficiencia me  di cuenta de que iba aprendiendo conceptos que aparecían en muchos de ellos y que se referenciaban. En esta serie de entradas voy a intentar explicar conceptos básicos  que irán apareciendo en distintos libros o que utilizaré en “posts” posteriores.





“Cuida de los pequeños gastos; un pequeño agujero hunde un barco”            Benjamin Franklin


Uno de ellos es el factor “latte”. Este termino se popularizó gracias al escritor David Bach y hace referencia a todas aquellos gastos diarios que son consecuencia de  hábitos. Por tanto modificando estos hábitos  podríamos ahorrar estos pequeños dispendios,  que multiplicadas por 365 días suponen una gran cantidad de dinero. Además de ahorrarlo es importante  invertirlo, y de esta forma podemos ver como se multiplica lo que al cabo de los años haría una diferencia considerable.

El nombre del factor “latte” vino de imaginar en  un hábito común como puede ser el gasto diario de un café con leche en una cafetería como Starbucks, lo que implica aproximadamente 4 euros diarios. Si ahorrásemos estos 4 euros por 5 días a las semana serían 20 euros;  lo que haría 80 euros al mes, que a su vez implicaría  960 euros al año. Si además esta cantidad lo inviertes al 4% te daría una cantidad de: 998 euros, es decir 960 + los intereses devengados en un año que  serían 38 euros.
Si en vez de 1 año, lo dejamos 30 años, la cantidad final sería: 53376 euros. Con lo que se puede ver que con un pequeño cambio de hábito, podemos tener una vida más fácil en e futuro.

La clave de este factor  no es ahorrar para gastárselo en otra cosa sino invertir el dinero para la jubilación.

Cada uno tiene su factor “latte” particular, quizá no sea un café diario, pero quizá una cajetilla diaria de tabaco o la caña diaria o comida basura de la máquina de la oficina o bebidas gaseosas. Solo tenemos que mirar nuestra vida como un observador externo para descubrir aquellos hábitos que están haciendo que nuestra tubería gotee.

Quizás puedes pensar que tienes derecho a desayunar fuera o comer o cenar, para eso trabajas, te dices, y necesitas poder disfrutar de la vida, pero el problema está en que cuando se hace esto de manera habitual ya no se disfruta de la misma forma. Estamos incurriendo en un gasto diario sin una satisfacción real. Si en cambio aprendemos a identificar estos hábitos y los conseguimos eliminar, ahorraremos dinero y de vez en cuando podremos volver a disfrutar de nuestro “latte” siendo conscientes del placer que significa. Porque como todos sabemos todo lo que llega a ser habitual deja de hacernos feliz, pero si por  el contrarios dejamos ese capricho para un momento especial habremos conseguido dos cosas a la vez, un ahorro para el futuro y un incremento de nuestra felicidad percibida, es sólo cuestión de hábitos.

Quizás no seas capaz de suprimir tu café diario, pero a lo mejor en vez de hacerlo en el bar todos los días lo puedes hacer en la oficina 4 días y un día fuera. De esta forma has encontrado una manera más sencilla y barata de hacer algo que te gusta.
Lo importante como hemos dicho es hacer un ahorro-inversión de ese dinero a largo plazo de manera que podamos incrementar nuestras posibilidades de futuro.

Por tanto, identifica tus “lattes”, redúcelos y créate una cuenta distinta para ingresar tu ahorro “latte” desde ya. A lo largo del tiempo verás la diferencia.

          Entrada próxima: Resumen del libro, "La bolsa o la vida
       

1 comentario:

  1. No sé ,no lo acabo de ver clarito,pero bueno hay que pensarlo

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